TEXTO DE 2019
LOS LÍMITES DE LO POSIBLE
LOS LÍMITES DE LO POSIBLE
Pensábamos que todo estaba visto, que los límites de lo
posible ya no alcanzarían ninguna otra frontera que nos llevase a un mundo
imaginario, ya sea idílico, ya de pesadilla.
Ver y oír hablar a algunos de los “jóvenes” políticos que
compiten por alcanzar la gloria del máximo estrellato político y el acceso más
seguro a las puertas giratorias y la, casi segura, inmunidad judicial por el
aforamiento, es como entrar en la casa de los horrores, el tren de la bruja, la
montaña rusa y el túnel del tiempo, todo a la vez.
En lo que coinciden casi todos los candidatos es en aplicar
la máxima atribuida a Goebbels, una de las manos derechas de Hitler, de que una
mentira repetida hasta la saciedad, acaba por convertirse en verdad.
Pablo Casado, como su homónimo, el apóstol, parece haberse
caído del caballo y, quizá del golpe, ha visto la luz en forma de Santiago, que
viene a galope desde Covadonga para echar a los sarracenos, comunistas y rojos
en general. A unos al mar, imagino, para hacer compañía a sus paisanos huidos
desde hace siglos por la intolerancia, a los que hoy mismo se ahogan por
centenares en su afán por llegar a un falso paraíso y a otros a los gulags que
estarían dispuestos a construir para cambiar las mentes de todos los que no
piensan como ellos, de manera parecida a
como pretende hacer el cardenal Reig Pla con los homosexuales-
Son demasiado jóvenes para haber interiorizado la imagen que
a muchos intentaron inducirnos a la fuerza en la educación, en los tiempos del
franquismo, donde desde Viriato, pasando por
Don Pelayo, el Cid Campeador, los Reyes Católicos, Cortés, Pizarro y
otros conquistadores, España aparecía como aquella “Unidad (léase nave
espacial)de destino en lo Universal (léase Agujero Negro)”, en la que todo
resplandecía, ondeaban al viento las banderas preconstitucionales, siempre
estaba amaneciendo y había solo camisas nuevas sin ningún remiendo. Nada de
cunetas con paseados y desaparecidos, nada de orfanatos con cabezas de niñas y
niños rapadas al cero, nada de monjas y curas ladrones de recién nacidos, nada
de esclavos recluidos en alguno de los casi 300 campos de concentración que llegaron a montar, nada,
en fin, de la corrupción instalada hasta el tuétano, en un país donde militares
y eclesiásticos se repartían el pastel a partes desiguales, mientras los
humildes, vencedores o vencidos (Todos vencidos, al fin y al cabo), pasaban
hambre y estaban sujetos al más absoluto silencio, impelidos por el miedo.
Así viene Santiago, envuelto en el halo amarillo de los
rayos divinos, que esconden con su brillo y oropel, las miserias de antes y de
ahora, la desigualdad que siempre propician los que lo quieren todo y aplastan
sin miramientos a los que nada tienen.
El trío del llamado TRIFACHITO representa precisamente eso,
la perpetuación de la desigualdad y el servilismo mas abyecto a los poderes
económicos y empresariales que cualquiera que no esté enteramente ciego puede
ver cómo nos tratan. Mientras tanto
repiten como mantras España se rompe, España se rompe, Golpe de Estado, Golpe
de Estado…La mejor manera de hacer olvidar reformas laborales nefastas, el
traspaso de miles de millones de dinero a amigos millonarios, la precarización
de las pensiones, la educación, la sanidad , las cloacas del Estado que se
dedican a impedir el libre ejercicio de cualquier opción política (sobre todo
si es de izquierdas) y todo aquello a lo que jamás le dedican ni cinco minutos
en debates que nunca se salen del guión.
Torra, Puigdemon, Rufián, Otegui, ETA y el principal resucitado, que
aparece detrás, entre la niebla, la momia de Franco, condicionando el presente,
cada vez que oímos mentir y provocar a esos jo-viejunos que aspiran a alcanzar
el poder a cualquier precio.
Y aún habrá quien les quiera dar su voto. Que desgracia. Por
fortuna se han quedado lejos de poder formar gobierno.
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