JÁNOVAS, LOS OCHOS DE YESA Y LO INMEDIATO
El domingo pasado el programa Salvados estuvo dedicado a Jánovas. En él se hacía un repaso a su historia en la voz de algunos de los protagonistas. Jánovas es un ejemplo de cómo la tierra va menguando y siendo arrebatada ante nuestros ojos y nuestras ganas de sobrevivir en ella por empresas privadas a las que el Estado otorga un poder coercitivo que les da el poder de avasallar bajo el paraguas del interés general.
Han pasado varias décadas y la historia se repite.
Vivimos bajo el imperio de un mercado muy curioso que a todos nos fagocita. A los que aún duermen demasiado a menudo bajo las estrellas y a los que han dejado de mirarlas y están atrapados en su telaraña de cotidianidades. Vivimos un tiempo extraño en el que nos cansan cada vez más los ticks de comportamientos pretéritos. Son sobre todo aquellos en los que aflora la estupidez, cierta forma de estupidez que no ha cambiado. La de intentar ser más, la de creerse más que los demás y la de ejercer el autoritarismo (que no la autoridad) sobre los demás.
La vida en sí es extraña porque es nueva cada día, aunque la sintamos vieja porque parece que en ella no se moviera nada, que estuviéramos en lo mismo siempre. Nos esquilman y nos roban hasta donde el dichoso interés general lo permite y también más allá.
La historia de Jánovas se repite servida ahora en grajeas de neoliberalismo de amiguetes que se trasvasan de la política a la empresa privada y viceversa.
Creo que hemos visto ya demasiadas tropelías como para recular en ciertos asuntos vitales como el agua, el sol, la energía libre o el maltrato a la tierra, como para seguir sometiéndose de forma humillante a los que quieren seguir doblegando a la gente que solo quiere vivir en su sitio, a ser posible feliz. De cómo respondamos a eso los que vivimos aquí y ahora dependerá que la moneda caiga del lado correcto o equivocado. Se nos intenta colar el Tratado de Libre Comercio con bajada de pantalones incluida. Nos ponen los zapatos llenos de barro en la mesa del salón de nuestra casa, se limpian en la mejor alfombra y después de ciscarse de esa manera nos exigen silencio, que nos callemos. ¿Pero esto qué es? Un atraco a mano armada y como se suele decir: además de puta poner la cama.
El caso de los ocho de Yesa tiene semejanza con lo ocurrido en Jánovas sesenta años antes. Durante bastante tiempo las negociaciones habían sido pacíficas, a pesar de la oposición que siempre ha generado el recrecimiento de Yesa, pero hace tres años alguien tuvo la brillante idea de obligar a firmar las expropiaciones de los terrenos a inundar por la futura obra en el propio pueblo de los afectados. La presencia de los empleados de la Confederación Hidrográfica fue acompañada de un nutrido grupo de fuerzas antidisturbios y hasta un helicóptero, como si esperasen una batalla campal. Ante la resistencia pacífica, pero firme, de los vecinos y otras gentes solidarias que les acompañaban, las fuerzas del orden cargaron con violencia, dejando varios heridos y bastantes contusionados. Quien dio la orden de cargar fue Gustavo Alcalde, quien ese momento era Delegado del Gobierno en Zaragoza. No contentos con ello, pusieron denuncia a ocho personas de forma aleatoria, acusándoles de resistencia y agresiones contra la autoridad. Encima de cornudos apaleados. No solo les han expropiado las tierras, sino que han hecho pagar veintidós mil euros a esas ochos personas y se pide para ellos penas que suman 36 años y que van desde los dos años y medio la que menos a seis años y medio la que más. Y todo por defender su derecho a expresarse y defender su espacio de vida. Lo dicho, se repite lo que ya se vivió en Jánovas, aunque sea de otra forma.
Ahora que viene el tiempo de nuevas elecciones hemos de tener cuidado con lo que estamos dispuestos a aceptar, porque el caciquismo es una especie de endemismo que puede disfrazarse con nombres ingleses, pero son la misma esencia de siempre, servida en otro formato. El tira de la manta tú que a mí me da la risa, el luego si eso ya…, la cantidad de sandeces que han ido sembrando desde los hilillos de plastilina famosos. Aquel episodio retrato, en mi opinión, el calibre “salva fuegos” del sujeto. Con él hasta el fin del mundo ¡Qué horror!. Nos va a meter en todos los barrizales que le propongan, más algunos extras que van en el menú. Éste no ha cambiado en esencia desde los tiempos de “Jarrapellejos” o los tiempos que describen “Los Santos Inocentes”. Ya no huele a sangre en los callejones, pero hay rescoldos de comportamientos heredados que son demasiado insistentes en imponer su forma de estar y de decir. Quieren mantener viejas costumbres a las que son fieles casi por genética. No sé si necesitan saber qué es realmente la democracia, ni si les interesa.
Hay instituciones que no se han renovado apenas, al menos en su cúpula, desde el franquismo. Eso ha ocurrido con el ejército y la judicatura. El primero porque maneja el dinero público de forma muy opaca y la segunda porque manifiesta comportamientos que hacen dudar de la separación real de poderes en nuestra democracia o de si los poderes legislativo, ejecutivo y judicial son un todo conexionado por la vieja querencia al poderoso don dinero, que es la argamasa que les une. Los dioses que adoran son el poder y la pasta. Y aunque no todos son así, a veces llueve como si pareciera o cae en tromba. Entonces tenemos la certeza de que estamos en manos de gente que quiere seguir mintiendo, utilizando los medios como si fueran de su propiedad, aunque sean públicos.
Cuanto despropósito en cuatro años y cuanta respuesta inútil, inexistente o insultante se han permitido realizar.
Madrid es la ciudad más endeudada, con 7000 millones enterrados en macro obras. Allí quieren seguir teniendo la sartén por el mango e intentan hacer la vida imposible a Manuela Carmena, ridiculizando sus iniciativas solidarias y de sentido común.
¿Cómo puede seguir en política y yo diría más, en este mundo de los que nos creemos cuerdos, alguien que delira? No sé si es que le dará demasiado al chinchón para decir que no estuvimos en Irak” sin que nadie diga nada. Te sueltan a la loca del barrio en plan Black Men y a todos se nos va la memoria. A la de tres despertaremos y habremos olvidado absolutamente todo, lo del Prestige, lo de Sara Mago, lo del Trío de las Azores , lo de los arquitectos al paredón, lo de colocar a la familia entera para que nada les falta y puedan afrontar el fin de mes. “Aparco cuándo y dónde los ovarios me mandan, monto el pifostio padre y me voy de rositas como una marquesa en los tiempos de Felipe IV, tirando por lo moderno”. La imagino con aquellas golas, reteniendo las ancianidades colgantes de su cuello con semejante parapeto. Genio y figura hasta la sepultura, se quedará momificada en cualquier pasillo, en plena “boutade”, mientras un tarugo, semejante al de Pinocho va ocupando el lugar de su nariz. Es el mejor ejemplo de lo poco que algunos han cambiado desde el Antiguo Régimen, los Regímenes que se han sufrido desde entonces y el actual, que da buenos mordiscos, imponiendo leyes mordaza, reformas laborales ofensivas para el sentido común de nuestra historia. Actos indignos a los ojos de los ciudadanos, como la destrucción de pruebas en asuntos graves como el del tesorero Bárcenas. La imagen de la cúpula del partido escenificando lo imposible. Hablaban de causa general, cuando, efectivamente, era muy generalizado el sobretazo, una lotería, añadida a sus ingresos para seguir la senda correcta de los políticos de raza que tanto les gusta nombrar.
El mejor destino de Rajoy sería el que le llevase a Santa Pola, hasta el infinito y más allá, hasta desaparecer en un agujero negro como hilillos de plastilina oscura que perderemos de vista definitivamente.
No daremos lugar a que tenga el deseo de poner los pies en el salón de Obama acabando el proceso de abducción comenzado con Aznar. Lo de aprender inglés, con él sería un imposible, porque saliendo de su afición a los puros, al Marca y a algún que otro partido de fútbol al que llegar en jet privado, no tiene aficiones intelectuales. Lo suyo es lo” de muchos españoles y mucho españoles”, para que los andaluces no se sientan discriminados y se den cuenta de que domina su acento, a ver si alguien le hace caso antes de despejar la pista, que ya toca.
