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miércoles, 9 de agosto de 2017

Tras lo Codolar de l´Almadrava hay un breve espacio rocoso, hasta llegar a la playa y el pequeño puerto deportivo de Calafat. Esta localidad cuenta con un circuito de velocidad.
https://www.verpueblos.com/cataluna/tarragona/calafat/foro/
 No aparecen en internet muchos datos sobre esta población

n esta imagen aparece la playa de Calafat y su pequeño puerto deportivo.
 Antes y después de llegar al , puerto, el paisaje es agreste, a base de rocas no muy altas, breves acantilados no muy compactos, salpicados de pinos y palmitos.
 Llego a la pequeñísima cala Llobeta, poco concurrida todavía. Un camino de ronda, construido en troncos de madera permite seguir más fácilmente el perfil costero.
 Tras la punta de Calafat, se halla la playa de Calafato, que tiene una profunda embocadura rocosa y está muy protegida del mar abierto. En ella se nota más afluencia. Tiene un aspecto, casi, de piscina natural.


 


 En la cala lo Ribellet hay tres pequeñas playas separadas por pequeños promontorios rocosos
 Tras el Port de cala Llises, se encuentra la cala Sant Jordi, dominada por el Castell de Sant Jordi d´Alfama, dentro ya del municipio de lÁtmella de Mar

 

 
 
 
Esta es la información de Wikipedia sobre el Castell de San Jordi
 
Historia
Situado en el borde de una antigua vía romana, la primera noticia documental que tenemos sobre el lugar data del siglo XIII (1201), cuando Pedro II de Aragón y Ramón de Montcada construyeran un convento y un hospital, en honor a Dios y san Jorge, dependiendo de la iglesia de Tortosa. Este grupo de religiosos se organizó en orden militar, la de San Jorge de Alfama, reconocida por el papa en 1373. El sentido del establecimiento estaba en relación con el interés por repoblar la extensa zona desértica que separaba Tortosa de la resto de Cataluña y para proteger la costa de los ataques marítimos de la piratería. En función de ello se concedieron por parte de los monarcas varios privilegios, pero los intentos de atraer nuevos pobladores resultaron inútiles.[]
El siglo XIV parece que fue la época de mayor prosperidad de la orden. Hacia el 1400 la orden de San Jorge se incorporó a la de Santa María de Montesa, que a finales del mismo siglo abandonó la fortaleza, que permaneció bajo la jurisdicción de Tortosa. El lugar quedó reducido a priorato. Sin embargo, en el año 1575 y después de un pleito, la orden de Montesa recuperó el control del castillo de Alfama y un año más tarde era restaurado el priorato. En 1650, con la Guerra dels Segadors el lugar fue bombardeado y quedó reducido a escombros.[
]La reorganización de las defensas costeras, en los últimos tiempos del siglo XVII y el inicio del XVIII, supuso la reedificación del conjunto, según el llamado método Vauban. Los sillares de la antigua fortaleza que no se rompieron fueron aprovechados para construir la actual, pero en otro emplazamiento, algo más hacia el interior. Este nuevo fortín marítimo fue edificado entre 1732 y 1733 con el objetivo de vigilar rutas marítimas, durante el reinado de Felipe V de Castilla. Gran parte de los restos actuales corresponden a esta segunda etapa constructiva. En 1985 se realizó una campaña de restauración y conservación, subvencionada por el Departamento de Cultura de la Generalidad de Cataluña, consolidando algunos puntos y limpiando su interior.[2]
Descripción
Conjunto situado entre el «Coll de Balaguer» y la desembocadura del Ebro que constituye un lugar de paso forzoso, tanto para la vía terrestre como para la vía marítima. Está formado por los restos de un castillo de origen medieval y de una fortaleza de época moderna. El estado de conservación del castillo es de ruina, dado que en algunas zonas sólo quedan fragmentos de la parte baja de los muros y en otros tan sólo las huellas, que definen la forma de la planta y denotan la poca consistencia de la fábrica, hecha de mampostería. El mal estado de este conjunto más antiguo se debe tanto a la destrucción sufrida como a que se aprovecharon las piedras para construir el fortín del siglo XVIII que hay al lado. Los restos del castillo dibujan una planta de forma trapezoidal adaptada al terreno. Se han conservado tramos de muralla en los lados sur, oeste, y norte. Se puede ver una parte del muro correspondiente al ángulo suroeste construido con grandes bloques de piedra bien escuadrados que arrancan prácticamente desde el nivel del mar y que se adosan a la roca en parte conservada. En la construcción medieval corresponden probablemente una dañada torre y restos de naves interiores en los niveles inferiores. Conocemos, sin embargo, la estructura del conjunto gracias a una descripción de 1576, era un cuerpo fortificado de planta cuadrada, centrado por un patio alrededor del cual se distribuían el dormitorio, la iglesia y otras dependencias típicas de un convento, en un total de ocho salas. Se cita también una torre a modo de atalaya.[2][3]
La fortaleza, que hay lado, corresponde a una construcción de los siglos XVII-XVIII siguiendo el sistema de fortificación del francés Vauban, con un patio poligonal inferior rodeado de una ristra de torres, bastiones y revellines. Se levantaron dos gruesos muros paralelos, unidos frontalmente por otro en forma de arco escarzano, que protegían toda una serie de torres y estancias interiores organizadas alrededor del patio central. En el cuarto de los muros, se situaba la entrada, protegida por dos líneas de muro avanzadas.[]
 
 
 Otra vez los ojos irregulares, siniestros y deformados de la línea de búnqueres. Son de lo más feo, estéticamente, que uno se encuentra en todo el recorrido de costa.

https://visitametllademar.wordpress.com/2015/08/12/la-historia-de-los-bunkers-de-la-guerra-civil-en-lametlla-de-mar-las-fortificaciones/
 
 Dejando atrás el Castell de Sant Jordi, continua la alternancia entre rocas (que predominan) y pequeñas calas, no excesivamente concurridas, como cala Vidre (arriba)
 Cala Forn es mucho más profunda que ancha y presenta una forma como de embudo irregular.
 
 Más allá de Cala Forn, hago una fotografía en la que más allá del Castell de Sant Jordi, puede verse la cúpula de la central nuclear de Vandellós.
 El camino sinuoso se adentra entre los pinos
 
Se trata de una zona no masificada, en la que se ven chalets que están casi a pie de costa.

 Dejo atrás calas de roca, como cala Mosques, la playa del Torrent del Pi, hasta llegar a cala Xelin
 Acompañando al agradable paseo que supone la llegada a l´Atmella del Mar, aparecen flores como estas.
 La playa de Xelin es irregular, de arena nada fina, pero tiene cierta belleza semisalvaje por las rocas que la flanquean.
 La playa del l´Estany Tort


 
 
 
 Estas dos imágenes muestran los bellos roquedales que me acercan hasta l´Atmella de Mar, que aperece al fondo, cada vez más cerca.
 
 

 
 
 
 
 

 
Todos los años que llevo haciendo el camino de la costa, el primer día, en el mismo autobús o tren que me lleva a mi destino, suelo escribir algunos haikus. Pongo aquí los que fui escribiendo a lo largo de esos días, sobre todo en Atmella de Mar. No todos tienen la misma calidad, pero si son tal como los escribí en su momento. Pocos han variado tras ser escritos por primera vez.

Es la indolencia
la tentación amable
del tiempo ocioso

Brisa marina
junto al rumor de olas
el paraíso.

Los jubilados
se comen el helado
sin decir nada.

Grata es la sombra
cuando el calor aprieta
allí me quedo.

Hay en Atmella
dos hermosos paseos
ambos los ando.

Son las gaviotas
curiosas alcahuetas
lo observan todo.

El mar no calla
conversa con las playas
y las empapa.

Cal y balaustre
el azul tras el blanco
Mediterráneo.

Busco la sombra
porque el sol todo el día
me ha acompañado.

Quiero descanso
solo si mi camino
he concluido.

De amanecida:

Qué gran delicia
pasear con la brisa
aún es de noche

Delta del Ebro
es en el horizonte
un espejismo.

Entre un buen día
y el que es mejor posible
hay diferencia.