SEGUNDA OPORTUNIDAD
2004
Son muy pocos los que tienen una segunda oportunidad de vivir de otra manera algo en lo que han fracasado o la vida que les ha tocado bajo el signo de la desgracia o la pobreza. Solo en los cuentos de hadas aparecen una y otra vez situaciones que nos hacen soñar en que todo es posible.
En la vida real conozco pocos casos en los que a alguien se le ofrezca una segunda oportunidad, pero curiosamente esos casos son de personajes que acaso no merezcan tener esa fortuna.
Me acuerdo de algunos a los que la justicia humana parece empeñada en darles las oportunidades que quizá no debieran tener.
Esta semana salió en la prensa la foto de Mark Tatcher, el hijo de la famosa primera ministra británica, acusado de participar en un intento de golpe de estado en un país africano. En la foto, rodeado de los policías que le habían detenido, Mark sonreía como si estuviese seguro de su inocencia o más bien de la impunidad, que le otorgará una nueva oportunidad para seguir con sus negocios, al parecer bastante turbios.
Otro caso es el de Mario Conde, quien parece haber gozado de un retiro sosegado más que de una condena por sus grandes desfalcos, en espera también de disfrutar de entera libertad.
¿Tendrá también Pinochet una nueva oportunidad de acogerse a la demencia senil que le libró de ser procesado por sus inmundos crímenes y acallar entre otras la voz de Victor Jara para siempre?
Esa senilidad no le impide seguir teniendo a buen recaudo la fortuna que amasó en sus años de dictador en Chile.
Donald Rumsfeld también podrá seguir al mando del imperio por un tiempo a pesar de las infames torturas cometidas contra los presos iraquíes de la cárcel de Abú Graib, parapetado tras sus subordinados.
Esperemos que su jefe directo, Georges Bush, no tenga una segunda oportunidad de poner patas arriba el mundo pues para muestra ya vale el botón de sus cuatro años de mandato, tras los cuales el planeta es un lugar algo menos seguro.
(POR DESGRACIA LA TUVO Y YA VIMOS CON QUE RESULTADOS)