EMPEZAR Y NO ACABAR
Aquel famoso “váyase señor González” supuso un buen comienzo para un partido que llevaba catorce años sin mojar a gran escala. A fuerza de ser cansino y ayudado por grandes escándalos que habían protagonizado algunos miembros del partido en el poder, como el caso Roldán y los Gal, acabaría por obtener la victoria en las elecciones de 1996. De los siguientes ocho años los cuatro primeros debieron echarse una novia bilingüe, por la que se tuvieron que dejar, necesariamente, engatusar en su idioma. Luego no les hizo falta ninguna estrategia para seguir gobernando a sus anchas, con una mayoría absoluta que les hizo enseñar su verdadera faz autoritaria y soberbia. Por más Prestiges que emporcasen las playas y más aviones que se cayesen de forma escandalosa, la dimisión no figuraba, ni figura a día de hoy en su diccionario, salvo el honroso caso de Pimentel, quien dejó la política y hoy regenta una editorial en Córdoba.Da grima ver como sigue moviendo los hilos el sobrado Trillo, quien ha estado por encima del bien y del mal a pesar de sus grandiosas meteduras de pata y responsabilidades no asumidas en el caso del Yak 42.
Frustrados por el fracaso de su estrategia de mentir, lejos de rectificar, después del 2004 se pusieron de acuerdo en entonar todos juntos aquello de “ahora que vamos despacio vamos a contar mentiras” y se montaron la película de la conspiración, en la que siguen insistiendo, ahora por otros motivos, pero con un fin muy parecido, esconder sus miserias y derribar a su adversario a cualquier precio.
No veo diferencias entre la prédica cansina de Aznar contra González y la culpabilización a Zapatero de todos los males que nos acometen a los ciudadanos y los que les acometen a los miembros de su partido.
Es cierto que tanto
Pero a pesar de todo eso que pone en entredicho la forma de ejercer la democracia de uno y otro partido y su respeto escrupuloso de la separación de poderes, está claro que la estrategia del PP es “a grandes males grandes remedios”. A la escenificación dramática de su unidad frente a los que les atacan sin razón, unen ahora la estrategia de echar a paladas la propia mierda, que les salpica en el caso Gurtel y otros, en el ventilador, a ver si les pringa a los demás. Así, todos emporcados, pero siendo al partido en el poder a quien le toca gestionar la crisis económica, al PP le bastará con recordar una y otra vez el desastre que supone el paro y la subida de impuestos, además de poner en entredicho a jueces y policía, para pensar que van en el camino correcto para alcanzar de nuevo el poder.
Corre un chiste por Internet en el que un personaje comenta a otro:
“De Cospedal dice que estamos en un estado policial que lleva al gobierno a utilizar el aparato del Estado contra ellos” y otro personaje le contesta: “Ostras el mismo mensaje que Batasuna”.
Difama que algo queda. Aunque no resulte convincente ni siquiera el timbre de voz de
Mientras tanto al padre putativo del invento este de la conspiración y del pressing al contrario, don José Mari Ansar, no tendrá dudas a la hora de admitir lo justo que resulta que su “amigo y señor” el magnate Murdoch, le suba el sueldo más de un cuatro por cien (uno de los varios que tiene) mientras los demás andamos con el culo prieto a ver si así no nos congelan el salario o no nos despiden. Hasta ahora las soluciones a la crisis son un fiasco, pero no hay que olvidar que a los aspirantes no se les ha escapado ni una sola propuesta y que de estar en sus manos no serían los más necesitados los tenidos en cuenta.
Les pediría a unos y otros que dejasen de dar por el saco, al menos en verano. Que pacten una tregua en todo el mes de agosto porque estoy convencido de que están contribuyendo con su inquina y su mala leche a que se acentúe el calentamiento global y quien sabe si a que el riesgo de incendios se dispare más de lo que hasta ahora era habitual.