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domingo, 31 de julio de 2011

ESPEJOS

ESPEJOS



Espejos de obsidiana y de metal pulido, además de los ojos de otro en que mirarse, sirvieron para conocer la imagen de uno mismo, conocer la verdad de la huella del tiempo a través de la mirada, o poder disfrazarla.

Narciso ha mirado el reflejo sobre el agua. Por primera vez ve su imagen. No sabe que se trata de él mismo y se enamora de su perfil acuoso, sin poder soportar que, al hundirse sus manos, con idea de acariciar el rostro, este desaparece. No puede concebir  que tanta belleza sea inmaterial y no pueda gozarla. Así, desesperadamente, sobreviene la muerte de Narciso.

El espejo sincero del cuento de Blancanieves siempre decía la verdad y así le fue. Por ser demasiado locuaz acabó hecho añicos.

Incluso siendo mágico un espejo destaca por ser frágil y no engañar al que se mira en él cada mañana al levantarse y,  al ver cambios que no desea, solo quiere romperlo o que le mienta.
En el retrato de Dorian Grey, el espejo no deja de mentir, mientras la imagen real del personaje va adquiriendo, en el cuadro, no solo la fealdad propia que aporta la vejez, sino el horror que añade al rostro la desnudez de un alma depravada, con rasgos que solo la locura sería capaz de concebir.

Orson Welles se esconde en los espejos, la cara del miedo repetida hasta el infinito.Uno a uno se rompen, hasta que el tercer hombre queda al descubierto y corre por las calles de una Viena desierta, entristecida. La larga sombra fugitiva ha dejado el refugio del espejo para huir hundida en las cloacas, donde ya no hay engaño posible para eludir la muerte.

He buscado historias sobre espejos y en todas ellas su otro lado, el que ocupa el reflejo aparente de lo real, también está habitado.

¿Qué es más real, la materia o su reflejo?

¿Cual de los dos lados del espejo es el verdadero?

Sueños

   SUEÑOS




                                                           I

Hubo un tiempo en que los sueños parecían ser graves enigmas que los poderosos debían desentrañar para mantener a salvo su poder o su persona, una vez interpretada la esencia fugaz e inmaterial de sus imágenes. A través de ellos, sus dioses o sus propios fantasmas proponían oscuros acertijos que les desconcertaban. Temblaban ante la fuerza del misterio que escapaba a su control

El valor que se daba a los sueños era tanto o mayor que el de los augurios, auspiciados en las entrañas de las aves y, a veces, de ellos dependía el destino de pueblos enteros.

El enigma de los sueños descubre nuestra vida mortal a un universo extraño y misterioso, donde todo es posible.

Resulta maravilloso que todos tengamos la capacidad de soñar, incluso aquellos cuya vida es una pesadilla. Quizá, a estos, solo ese espacio les dé aliento para seguir vivos.

Soñar es libre y gratis, será por eso que los sueños, sueños son.

En los sueños surcamos el universo de la noche como cometas en busca de la última estrella.

Volamos como solo las águilas lo hacen.

A veces el despertar nos salva de nuestra propia muerte al caer precipitados interminablemente con una sensación de vértigo, más cercana al placer que produce la caída que al choque contra el suelo del sueño, que nunca se produce, porque antes despertamos, con hormigas cosquilleando en nuestro vientre, mientras nos damos cuenta que las sábanas son el lecho donde todo sucede.





                                                          


II

Soñamos despiertos en la vida posible que nunca llegará.

Soñamos los humanos con vencer el enigma de la muerte.

Es un sueño erradicar la pobreza de esta tierra y las armas que matan muy temprano, al por mayor.

Es un sueño el que desaparezcan las fronteras.

Es un sueño que jamás vayamos a necesitar el dinero para nada.

Es un sueño, que dejen de existir los humanos que se dejan arrastrar por el poder y que renuncien a ejercerlo de manera despótica sobre otros de su misma especie

Es un sueño, que dejen de existir los fanatismos

Es un sueño que deje de existir la corrupción.
  
Hemos tenido sueños para endulzar la vida, para alejarla de la monotonía, para hacer de cada día una aventura.