Algo muy importante es la recogida de la leña para poder hacer la hoguera. No es fácil conseguir de la que más dura, así que hay que conformarse con lo que se encuentra. De esa manera se hace un poco de limpieza en el entorno.
La leña se deja preparada junto al sitio en que se va a prender la hoguera
La hoguera está en marcha y la gente se dedica a charrar y reencontrarse después de tiempo de no verse
Los niños también colaboran llevando "leña" para su hoguera, en la que se prepara una buena fumera.
La cena suele consistir en panceta, longaniza, chorizo y chuletas a la brasa, a las que se suelen añadir unas tortetas, todo ello acompañado de vino o lo que se tercie, según gustos.
Este año, en Partara tenemos la suerte de contar con los algunos componentes de una batucada que amenizan la sobremesa y ayudan a combatir el frío que este año no es mucho.
Los que sestán con ganas de bailar se arrancan con el Villano o con el Tin Tan.
Cuando la gente empieza a marcharse la hoguera está aún muy viva. Como dice alguno, al día siguiente aun se podría hacer una buena parrillada de cordero.
En la plaza solo quedan cuatro, aunque bastante ruidosas. Alrededor de la una de la mañana cantan unas cuantas rancheras y algunas jotas para calentar el ambiente que se enfría por momentos.
En la plazoleta del Fes hay un ambientazo. Las ramas que acaban de traer los chavales que, por cierto, se han ido a otra parte, sueltan una buena andanada de chispas.
Las troncas de esa plaza duran muchas veces hasta la ferieta. Suele haber buenos troncos de encina, que se consumen lentamente.
El calor que desprende la hoguera calienta las paredes de piedra y convierte el lugar en un útero acogedor, de donde no dan ganas de marchar.
El porrón nunca falta en cualquier hoguera. En esta el vino es de casa y entra de maravilla, acompañado de tortetas hechas en la brasa de la misma hoguera.
El porrón en acción
Este año visitan la hoguera un par de ingleses y un canadiense que como se puede ver no son muy duchos en el manejo del porrón. Se les da mejor beber licor de hierbas de Rúa Vieja a morro.
Símbolo del hermanamiento entre Canadá y Ainsa. La mano de Montalbán estrecha la del canadiense.
Dos protagonistas que no pueden faltar en la hoguera del Fes, Montalbán y Amadeo, dos grandes personajes con los que da gusto compartir esta mágica noche de San Sebastián. A Ambos, como a mi también, les encanta disfrutar de la hoguera y apurarla hasta el final. Hasta la próxima hoguera.