El olmo de la imagen, La Olma, era un ejemplar de dicho árbol que, como tantos otros, murió por la enfermedad de la grafiosis. Los que la conocimos y disfrutamos, los que estuvimos albergados bajo su sombra, llegamos a amarlo como a un personaje más de un lugar diminuto, llamado Riocavado de la Sierra.
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miércoles, 14 de agosto de 2013
Antes
de llegar a las primeras casas de Rosas encuentro de nuevo un búnker de los de
la línea P, llegando media hora después al camping Ampurdanés, el primero de
los que hay en este lugar turístico, donde la costa se domestica de manera muy
visible, masificando por vez primera lo que hasta ahora había sido un
transcurrir tranquilo por parajes más o menos vacíos de gente, al menos entre
población y población. El camping se encuentra junto a la playa de l´ Almadrava
o Canyelles Grosses. Tras montar la tienda, ducharme y reponer fuerzas, salgo a
pasear por las orillas del mar de Rosas. El paseo marítimo es largo y fácil de
pasear. Las edificaciones llegan prácticamente a pie de ola y se pueden observar perfectamente en los mapas de google maps. No va con ellas
ningún tipo de ley de costas. Son de esas a las que el actual ministro Cañete
ha amnistiado con los dos cojones que le caracterizan para hacer las cosas
según su criterio de inversionista inmobiliario y petrolero
Dejo
atrás Cala Montjoi y encuentro un lugar ideal para darme el tercer baño de la
jornada. Lo disfruto a placer y durante largo rato. Después afronto con mejor
disposición lo que me queda hasta llegar a Rosas. A mi izquierda dejo otras
tres calas nada masificadas, las de Rostella, Murtra y de Lledó. Desde el
camino se oye una voz tras un megáfono, que al parecer da instrucciones a un
novato que casi encalla muy cerca de las rocas. Por supuesto aprovecho para
tomar una foto.
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