El olmo de la imagen, La Olma, era un ejemplar de dicho árbol que, como tantos otros, murió por la enfermedad de la grafiosis. Los que la conocimos y disfrutamos, los que estuvimos albergados bajo su sombra, llegamos a amarlo como a un personaje más de un lugar diminuto, llamado Riocavado de la Sierra.
Entradas populares
-
En todos los años que llevo viviendo en Sobrarbe es la primera vez que acudo a la fiesta de los "Trucos" en el Valle de Chistén ...
-
Escena playera antes de llegar a Calella. Calella es un pueblo que parece tener solera, con magníficos edificios, tanto en la playa como...
-
PLUMA... Soy el leve fulgor, caído, del azaroso cielo de las aves. No tengo voz pero guardo una historia, aunque me veas descolorida y po...
-
Mi llegada a Tossa por el camino interior que atraviesa el bosque de alcornoques y encinas, se hace por una pendiente tremenda que en poco t...
-
Los escalones de la picardía Aparte de aludir, en plural a una prenda femenina, sugerente y ligera, la palabra picardía se aplica con ben...
-
Vuelve septiembre tras un verano aciago de sequedad y fuego de innumerables náufragos sin rostro, de perpetuos gobiernos en funciones q...
-
Siguiendo con la fiesta de los trucos, he de decir que lo de menos es comprender o simplemente entender el por qué de la misma. Simplemente...
-
ROMANCE DEL CONFINADO Desde que empezó el encierro algunos han porfiado para hundir a este gobierno co...
viernes, 17 de julio de 2015
La GR 92 transcurre paralela a la costa, aunque es más sinuosa si cabe. Pasa por la Casa Nova, cerca del Puig d´en Jofre, remonta hasta el Puig de les Cols a más de 400 metros de altura, pasa junto al Dolmen del Terme Gros, por el Turó de l´Avi, atraviesa el Castell de Montagut, pasa muy cerca de la ermita de Sant Grau y luego enfila de manera abrupta hacia Tossa. Es el trayecto más montuoso que he hecho en todo el recorrido de la Costa. Todo por evitar la carretera.
Culminando las alturas de la sierra del Puig des Cadiretes
Paredes ruinosas de un edificio abandonado junto al camino de la GR92
Un autorretrato a medias, involuntario.
Haces de ramas que quiza sirvan para la elaboración de setos
!Como no, quienes hacen el trabajo de recoger estas ramas son africanos¡
Otro muro ruinoso de un viejo edificio abandonado.
Aunque no lo parezca es una zapatilla a la que el tiempo y el musgo han mimetizado con el sotobosque
Allá abajo el caserío de Tossa de Mar, otro gran centro turístico.
Las alturas graníticas que dominan Tossa de Mar, queda una buena bajada hasta alcanzar de nuevo el mar.
En este mismo recorrido, pero por la costa, pasado el Canyet llegamos a la cala del Senyor Ramón, la caleta de Concagats, la playa de Vallpresona, la playa dels Bos Nou y llegamos a Salions, otro núcleo urbanizado desde hace décadas. Sigue la cala de N´Aromir, la playa de sa Pedrera, Playa d´en Colomer, Cala Fotedera y la cala de Giverola, una playa muy agradable para el verano.Desde Giberola a Tossa hay una serie de cuevas que constituyen uno de los alicientes de esta costa. Siguiendo hacia Tossa encontramos Cala Pola y cala Bona que forman a juicio de Josep Pla el mejor refugio de este tramo de costa. cala Bona es un refugio en todas las épocas del año porque se encuentra protegido por la Punta de Pola. De estas tres calas, Giberola, Cala Pola y Cala Bona dice Josep Pla: "Una de las pocas cosas serias que puede hacerse en nuestro país en verano es situarse por la mañana en cualquiera de ellas, buscar una sombra fresca y dedicarse simplemente, bajo sus frondas, a escuchar el canto de las cigarras, a respirar el aire de las plantas y el olor del mar y gozar de la luminosidad radiante del paisaje.Hay una tal pureza inmóvil en el aire, una cualidad de cristal en el agua, una diafanidad en el cielo, una caligrafía tan estricta en las cosas, una tal suavidad del vientecillo sobre la piel, que si esto no es lo polinésico, poco debe faltar. Y del conjunto de esta costa desde Tossa a San Feliu dice Pla "Una costa de interés meramente geológico, de acantilados muy abruptos que irán in crecendo durante todo el curso del litoral (el habla de sur a norte). Una costa rocosa muy alta, con la ermita de San Grau como presidiéndola a trescientos sesenta metros de altura, formando un gran engolfamiento encarado a sudeste y cuyo punto más profundo es Canyet.
Hasta llegar a Tossa aún quedan algunos lugares de interés como L´Infern d´en Caixa, ses Illetes y la playa de la mar Menuda.
De San Feliu de Guixols hacia Tossa al color de la amanecida.
Loa acantilados del sur de San feliu, muy cerca de Sant Telm
La punta dee S´Estufador de Garbí
De la Punta del Garbí hacia Tossa. Un tramo de costa muy accidentado.
Chumberas y pinos, una imagen muy mediterránea.
Mirando hacia San Feliu, desde la zona de Sant Telm.
Otra mirada hacia San Feliu, con una luz muy particular.
La ermita de Sant Telm, desde ella hay excelentes panoramas, tanto mirando a San Feliu como hacia Tossa de Mar.
A partir de aquí, sigo la carretera que lleva Tossa, durante un trecho, pero luego sigo el trazado de la GR que se mete hacia el interior en un trazado muy sinuoso e inclinado. Dejo para otra ocasión recorrer este tramo de costa tan abrupto, que cuenta con algunas playas de no muy fácil acceso. Siguiendo el perfil costero, la carretera que lleva desde San feliu a Tossa tiene trescientas sesenta y cinco curvas, tantas como los dias del año. Dice Pla de esta zona:"La costa es muy abrupta y las montañas de Ardenyá muy hoscas y solitarias, sobre todo después de las grandes talas de árboles que se han hecho en ella". Siguiendo la Costa encontramos numerosas calas de piedra y de arena,como la del Vigatá,sa Platjola, Canyer d´en Mieres, Playa del Candell, cala de ses Mongetes, cala dels Musics, cala dels Rampells,cala d´en Bosc, cala Urgell, cala Romaguer, playa de cala Joana, Playa dels Canyerets, llegando a´si aCanyet, el punto más hundido en el engolfamiento de este tramo de costa. desde Lloret hasta aquí el color dominante de la roca es el granito gris blanquecino. Desde Tossa esta roca adquiere tonos oscuros y amoratados y a partir de Vallpresona hasta San Feliu reaparece el granito rojizo. A pleno sol estos colores parecen incendiarse. Decía Pla en los años sesenta qabla también de un ermitaño llamado Jaime Corbera que se dedico a restaurar edificios religiosos como el de la ermita de Grau.La laborv de este ermitaño fue doble: vigilar e informar sobre los movimientos de los barcos piratas, tanto paganos como cristianos y orar a Dios y a sus santos para aplacar las iras del mar nebuloso.. En mi camino interior yo paso muy cerca de la ermita de Grau, rodeada de bosque. Se encuentra en un lugar alto, tiene fama en la comarca y su situación le otorga un panorama amplio y dilatado, agudamente romático, según Pla.
El camino interior, aunque sinuoso y empinado se hace agradable por la sombra que ofrece, entre alcornocales que tienen la huella del trabajo del hombre y encinares, con encinas retorcidas, que se inclinan a los lados del camino, produciendo un efecto de bosque tortuoso y asalvajado.
Desde un claro del denso bosque, aun se acierta a ver el caserío de San Feliu, dejado atrás.
Las enormes piedras en las que se asienta el camino, dan idea de la importancia que pudo tener el mismo en otros tiempos, probablemente para el trasiego de corcho, una industria muy próspera, cuyo centro se ubicaba en San feliu de Guixols.
Un amplio panorama mirando hacia el noreste, con San Feliu en primer término, Playa de Haro más al fondo y las costas cercanas a Palamós entre la bruma calimosa de un día muy caluroso.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)