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En Sobrarbe, durante mucho tiempo el Ejército utilizó diferentes parajes para maniobras militares. No solo dejaron restos como este de la fotografía. En Jánovas dejaron las paredes de las casas  agujereadas a base de disparar contra ellas como si fueran objetivos militares. Fue un destino cruel para un lugar que ya había tenido bastante con la acción destructora de la dinamita. No se podía esperar una pizca de sensibilidad a una institución que consideraba como "coto de caza o campo de tiro" un lugar tan cercano al Parque Nacional de Ordesa.   Eran otros tiempos, cuando el plástico no había aparecido en nuestra vida cotidiana, cuando íbamos a comprar la leche o el vino con botellas de cristal que se volvían a reutilizar cientos de veces, sin que hiciese falta un recipiente nuevo cada vez. Estos restos de latón y de metal son, a día de hoy, de los más antiguos que se pueden encontrar en las orillas de los ríos y pantanos de nuestra tierra.     Pucheros...

Estas son, quizá las primeras fotos (de los años 90) en las que comencé, sin querer, a hacer arqueología del consumo y del ocio a través de las imágenes. Forman parte de una exposición que expuse en la Casa de Cultura de Boltaña. En ella hacía un recorrido desde el pantano de Mediano a Jánovas y el Valle del Ara. en esa época el pantano de Jánovas todavía era una amenaza y yo intenté aportar mi granito de arena crítico contra una política muy contestada por aquel entonces, pero que había visto como Riaño, en Asturias, un pueblo de más de 1000 habitantes y cabeza de una zona montañesa, había sido inundado con criterios más que dudosos, pasando por encima de los deseos de futuro de su población.   El caballito de plástico, con su medio cuerpo de cara a la vida. El indescifrable cachivache desguazado. Ferozmente plantados, óxido y madera se convierten en barro lentamente   Son grito agonizante en el desierto infértil de un lecho carcomido, despedazado ...