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miércoles, 16 de agosto de 2017

 
 
 
Aún no ha salido el sol y ya he recorrido una buena parte del Paseo del Arenal. LÁmpolla va quedando cada vez más lejos, con sus  luces recortándose en lo oscuro de los edificios.
 
 
El sol va surgiendo en la línea de un horizonte limpio, llano
 
A medida que se eleva deja una estela brillante sobre el agua, que se alarga hasta besar la playa
 
En la playa, entre las dunas crecen flores amarillas

 
 

La estela solar es cada vez más ancha y el sol parece más blanco


 

Los arrozales del delta rodean las lagunas. Unos y otras están casi al mismo nivel del mar.


L´Ampolla siempre enfrente, ya sin las luces artificiales.

El mar y las lagunas que conectan con los arrozales se mezclan y confunden en el mismo color.


Comienza el desfile de libélulas que me va a acompañar a lo largo de quilómetros. Revolotean a mi alrededor por cientos, pero nunca me rozan. Son una compañía inesperada y agradable que me alegra el camino






Arrozales, palmeras y casas conforman el paisaje del Delta en buena parte de su extensión


Se ven muchas libélulas de todos los colores, posadas en las plantas o presas de telarañas

 
 
 

 
Otra estampa que se repite en esta zona del Delta, que me lleva hasta el Faro del Fangar por entre los arrozales, no por un camino concreto, sino bordeándolos siguiendo los pequeños diques que los separan, son las barcas de pesca que aparecen medio escondidas en las desembocaduras de las lagunas hacia el mar.
 

 

 

Algún aparejo de pesca, aparentemente abandonado aparece también en las aguas poco profundas de las lagunas.
 
También se ven manojos secos de arroz que, al parecer, se han quedado arrinconados, sin plantar

 
En algunos tramos resulta más fácil avanzar porque son como senderos tendidos entre arrozal y arrozal


Algún puente de cemento atraviesa los numerosos canales que se extienden en la enorme planicie del Delta.

Algunos barcos de pesca faenan en el espacio que mira hacia el faro del Fangar y la costa de l´Ampolla.
Antes de llegar a la Punta del Fangar hay un pequeño puerto pesquero. Algunas de las barcas son gabarras con motor, nada que ver con la imagen idílica de las velas latinas que siempre dibujan los niños cuando pintan el mar.

 
Se ve cada vez más cerca el faro más allá del golfo



 
Un viejo tractor ha dejado de cumplir su cometido y se ha quedado varado en mitad de la nada como una escultura desvencijada


Algo muy común en un sitio como el Delta del Ebro es la presencia ingente de mosquitos que sirven de alimento a la enorme cantidad de aves que se ven por todas partes.
Hay un enorme espacio de arena, formando numerosas duna, hasta llegar al Faro del Fangar

Hay zonas acotadas para no molestar a las aves que nidifican allí.

Enfrente, otra vez L´Ampolla


El faro es un edificio imponente, bastante alto y que parece estar vacío a esas horas

Se agradece que su sombra me proteja durante un rato

Una arenal larguísimo me lleva hacia la Playa Marquesa y Riumar
Atrás queda definitivamente la zona sur del Delta.

Un paisaje de dunas, casi desértico, me hace perder de vista la costa. Solo se ve la parte más alta de los montes. Mientras, me dirijo hacia el corazón del Delta.