El entorno del faro de San sebastián es espectacular por sus farallones entre los que aparece alguna vieja construcción de aspecto medieval. Se mezclan las chumberas con el omnipresente pinar. Pla habla de la gastronomía de los peces recién pescados en las Rocas de s´Ullastre, como de lo mejor que nadie puede experiementar, acompañado de un buen vino seco y frío.
En este tramo, desde Cal Pedrosa al faro de San Sebastián se queda sin visitar la cala de Gens, muy escondida y a la que solo se puede acceder a pie o por mar. Habrá que volver algún día a visitarla.
Mirando hacia atrás más allá del espeso pinar se ve parte de lo ya recorrido en el mismo corazón de la costa Brava.
Del cabo de San Sebastián hacia el norte se entra en el régimen climatológico del Golfo de León.
LOS CABALLITOS Solo una vez al año, por septiembre, cuando aún jugábamos todos los días en la calle hasta hacerse de noche, llegaba el tiovivo, el único que adornaba la pequeña feria de barracas que durante tres días animaba la esquina entre la carretera, la Florida y los Soportales. Junto a él, la churrería de Lorenzo, donde supe por primera vez a qué sabían los churros. Me gustaba aplastarlos en el azúcar del fondo para endulzarlos. No eran muchos y por eso los degustaba despacio, mientras miraba dar vuelta al tiovivo de los caballitos. Así llamamos en adelante a todas las ferias, fuera grande o pequeña, los caballitos. Entonces todos eran caballos de madera fijados a una barra, subiendo y bajando. No había ambulancias, ni coches de bomberos o de carreras, motos o aviones. Eran caballos blancos, negros, tordos, pintados con colores brillantes y llamativos que se reflejaban en los fragmentos de espejos colocados como mosiacos, multiplicando las imágenes, las...
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