Lo que va de ayer a hoy. Menos rizos, un poco más de algo, pero tantos sueños por cumplir, tanto por ver, mucho por escribir y por vivir, sea el tiempo que sea. Que no falten las ganas y el deseo de intentarlo

El olmo de la imagen, La Olma, era un ejemplar de dicho árbol que, como tantos otros, murió por la enfermedad de la grafiosis. Los que la conocimos y disfrutamos, los que estuvimos albergados bajo su sombra, llegamos a amarlo como a un personaje más de un lugar diminuto, llamado Riocavado de la Sierra.
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