El olmo de la imagen, La Olma, era un ejemplar de dicho árbol que, como tantos otros, murió por la enfermedad de la grafiosis. Los que la conocimos y disfrutamos, los que estuvimos albergados bajo su sombra, llegamos a amarlo como a un personaje más de un lugar diminuto, llamado Riocavado de la Sierra.
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sábado, 4 de julio de 2015
La playa de Aiguablava es casi engullida por el pinar y está muy bien resguardada del mar abierto por la Punta des Mut. Después, hacia el sur hay una serie de parajes muy sinuosos, entrantes profundos del mar que forman calitas agrestes (Cala de ses Faixes, Cala de ses Herbes, cala de Tramadiu…)
“La importancia de la cala de Aiguablava radica en que es una parada específica en la navegación para atravesar el Cap de Begur”, asegura el Director de CASC, Gustau Vivar. Ha destacado la dificultad que representa atravesarlo durante un temporal, a pesar que el Cap de Creus se lleve toda la fama. Seguramente esta es la causa de que históricamente haya sido un fondeadero para las embarcaciones a cabotaje que se han refugiado en él durante los temporales de tramontana y levante. Cinco barcos se hundieron en esta bravas aguas, tres de ellos romanos.
Pero la excepcionalidad del emplazamiento, estudiado desde el 2006, viene dada por la localización de los restos de estas naves. El Aiguablava V, del s. II a.C. transportaba ánforas procedentes de Italia y el Aiguablava I, del I a.C., exportaba vino de la costa catalana hacia Narbona. Sin embargo en la campaña de excavaciones 2014, la última que, por el momento, se hará en este fondeadero, el protagonista ha sido el pecio conocido como Aiguablava VI, de finales del s.II d.C. Un violento temporal lo hundió boca abajo a unos tres metros de profundidad. Su cargamento, interesante según los arqueólogos por su “heterogeneidad”, lo formaba productos de diferentes puntos del Mediterráneo. Destaca la localización de ánforas de la Bética, unas con aceite y otras con salazones, ánforas africanas, griegas y del sur de Francia con vino y un cargamento de tejas.
Otra “maravilla” localizada en este pecio ha sido una copa de cristal con decoración de hilos serpentiformes incoloros que podría ser de finales del s.II a.C. Se trata de la primera hallada sumergida bajo las aguas del litoral catalán. Los expertos creen que se ha conservado gracias a que el barco dio la vuelta, la carga le cayó por encima y quedaron espacios. Para Vivar, “ésta tuvo la gran suerte de quedarse entre los espacios para poder conservarse en perfecto estado durante siglos”.
Los arqueólogos también han localizado un cesto, “una pieza extraordinaria” en estado “excepcional” que según Vivar servía para achicar el agua que entraba en el barco. Es uno de los pocos localizados en el mediterráneo de esta época, y está en proceso de conservación. También se está tratando un anillo con un pequeño sello con una decoración de una figura humana representada en pasta de cristal. Posiblemente era propiedad del capitán y utilizado para lacrar y cerrar contratos. Además, la localización de una moneda del 166 d.C. ha facilitado la cronología del barco.
Según la encuesta del diario 20 minutos la Cala d' Aiguablava ha sido elegida la mejor playa de Catalunya 2014. Esta encuesta lleva realizandose desde el 2008 siendo la Cala d' Aiguablava la ganadora desde el 2010.
legadohistoria.blogspot.com/.../un-pecio-de-aiguablava-escondia-un.html
Mapa que muestra las numerosas cuevas marinas que podemos encontrar entre Llafranc y Aiguablava
(No ha sido posible traapasarlo al blog)
La costa allí es muy recortada y sinuosa, pero con enclaves excelentes para darse un buen chapuzón.
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