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La larga playa de Calella a la salida del sol, sin bañistas. Retomo la marcha por los largos arenales hasta una zona de rocas en las que aparecen varias calas cerradas por la presencia de la vía del tren y enmarcadas por el roquedal.

Las playas con arena de color asalmonado. La primera, pasado el faro de Calella, cuenta con restaurante.

Las enormes pitas forman parte del paisaje en muchas zonas de toda la costa mediterránea. A la izquierda se puede ver el faro de Calella.

Calas pequeñas y de difícil acceso, pero donde puede merecer la pena escapar del mogollón de la playa de la concurrida playa de Calella

Son playas bien cuidadas en las que la vegetación pone un poco de separación con la presencia cercana de la vía del tren. Son cuatro las calas que encontramos hasta llegar a Roca Grosa, donde hay una pequeña zona de aparcamiento, ya que se puede llegar allí con el coche.

Una pequeña tienda de campaña en el rincón menos visible de la playa, antes de llegar a Roca Grossa.

A partir de Roca Grossa hay un tramo de escollera en el que la playa desaparece y solo se puede andar por encima de las piedras o metido en el agua del mar. Como se puede observar en la foto la arena no es demasiado fina.

La pequeña playa de Roca Grossa a primera hora de la mañana, cuando solo los pescadores se animan a madrugar.

Ya entramos en la zona de Sant Pol de Mar. La primera playa que encontramos es la del Morer. Imagino que los edificios que aparecen en la foto incumplen la ley de costas, aunque no sabemos cuál de ellas.

El club naútico de Sant Pol de Mar, un pueblo apiñado en cuesta muy cerca del mar. Se encuentra junto a la playa dels Pescadors.

Las playas más céntricas de Sant Pol de Mar son la de sant Paul, muy pedregosa y otra que se denomina de Can Villar del Gran (desde la que está hecha la foto), bastante estrecha y continúa en otra más estrecha, que se llama playa de la Murtra (Entre ambas playas encontramos unos bunkers) y más adelante la de les Roques y la del Pla, ya en Canet de Mar. Esta pequeña población basa actualmente su economía en el turismo, aunque no están masificados en ella los hoteles de gran capacidad sino más bien dedicados a un turismo familiar de medio-alto nivel adquisitivo. También cabe destacar la industria pastelera, de gran renombre en la zona. Cabe remarcar que hacia la segunda mitad del siglo XX se desarrolló en este pueblo señorial una industria dedicada a la producción de frenos para la automoción cuyo máximo exponente fue la empresa Frenos Sauleda. Esta industria prosperó hasta principios del presente siglo cuando la citada empresa se trasladó hacia polígonos industriales exteriores al núcleo urbano propiamente dicho de San Pol de Mar. El año 1966 se fundó en Sant Pol de Mar el primer Hotel-Escuela universitario europeo, que derivó en la actual Escuela Universitaria de Hotelería y Turismo de Sant Pol (EUHT STPOL), y que cuenta en la actualidad con más de 200 alumnos internacionales y gran prestigio en el sector Hotelero. Allí se pueden cursar estudios de Grado universitario oficial de Dirección hotelera internacional, así cómo Gastronomía y cocina. Algunos de los antiguos alumnos de Sant Pol tienen ya su estrella Michelin, cómo Ramón Freixa. En Sant Pol de mar también está el conocido restaurante Sant Pau, un gran restaurante que también atrae numerosos visitantes a Sant Pol de Mar. Su propietaria Carmen Ruscalleda, es la cocinera con más estrellas Michelin del mundo Esta localidad costera surgió en torno al monasterio de San Pablo, en el siglo X. Tradicionalmente fue una villa de humildes pescadores hasta que hacia finales del siglo XIX y principios del XX y gracias a la presencia de la línea de ferrocarril del Maresme fue descubierta por la burguesía y clases bienestantes catalanas, que la eligieron como lugar de veraneo por su encanto y proximidad con Barcelona. Es por eso que aún se encuentran presentes en San Pol de Mar las residencias estivales de estas familias así como algunas casas modernistas http://ireneu.blogspot.com.es/2014/07/la-heroica-razon-de-preguntar-la-hora.html Página en la que se explica la historia del por qué no les guasta a los de Sant Pol que les pregunten ¿quina hora es?