Una mañana, de hace ya unos años, José María estaba de
visita en casa de Geooorges, repantigado en su sofá, con los pies encima de la
mesa, intentando relajarse de esa sensación nerviosa que le produce estar en el
centro del mundo, con el emperador, en su sancta sanctórum, junto a su perro
preferido, que de vez en cuando le olisquea los bajos, como si buscase un hueso
enterrado o algo que llevarse a la boca…
- Si my friend Jouse Mary, aquí en my country hemos logrado
hacernos con todo lo que antes era un gasto para las arcas del Estado. Ahora le
sacamos partido. Nos estamos repartiendo unos sustanciosos beneficios, amigo.
-
Yo también lo intento Geooorges, te lo jorou. He
colocado a mis amigos en empresas como telefónica. Si me dan tiempo seguiré ese
modelo tuyo que tanto me gusta.
-
Perou también tendrías que meter mano a la
sanidad, la educación y las pensiones, sobre todo a las pensiones, que son el
negocio del futuro, al paso que llevamos. Pásame una galleta Jousé Mari.
-
¿No serán estas con las que te atragantaste, no?
Vaya putada
-
Si, Jouse Mari, la noticia de, mi casi asfixia
sirvió para que pasara desapercibida una noticia sobre la privatización de los
comedores sociales en varios estados. Hay tanto vagabundo en este país, que por
no verlos, cojo el helicóptero y el avión hasta para viajar cincuenta millas.
Hace muy mal efecto ver tanta miseria.
-
Yo en Spain, tengo al menos la televisión
pública a mi disposición y puedo castigar a toda esa pandilla de comunistas,
sociatas y demás, a no salir en ella. Todo el día se lo pasan rumiando su
rencor por las esquinas. Esta frase parece mía, pero en realidad la he sacado
de un tango argentino. Queda bien ¿No, Georges?
-
Déjate de chourradas, Jousé Mary, lo que tienes
que hacer es desmontar eso que llamáis en Europa “Estado de Bienestar”. Eso es
casi la aplicación del marxismo. Aquí ya, Reagan y mi father se dieron cuenta
de que había que dejar de tirar el dinero en dar gratis aquello a lo que se le
podía sacar una pasta gansa. Con que se le saque un dólar a cada medicamento, o
se suban diez dólares las tasas escolares y cien o doscientos las
universitarias y les obliguemos a todos a suscribir pólizas de seguros
privadas, el chollo está asegurado. Tan solo hace falta colocar previamente a
tu gente, familia, amigos y demás en el sitio adecuado, para que gestionen toda
esa pasta. Así conseguirás además tener una buena camarilla de fieles comiendo
de tu mano ¿como corderitos se dice, o borreguitos?
-
No, si esos ya los tengo, sin necesidad de
tanto, pero en my country, los sindicatous son muy plastas todavía y están todo
el día dando la murga que si con mejoras salariales, mejora de las condiciones
de trabajo, convenios justos y esas historias… Luego, además los empresarios
nos dicen que somos unos blandos, pero…
-
Es ciertou, Juusé Mari, aquí tenemos muchas
empresas que prohiben directamente la sindicación. Así tienen manos libres para
despedir y contratar sin problema y en las condiciones que el empresario quiera
-
Ah Geoorges, si yo pudiera…
-
Tranquilo, Jousé Mary, si mantienes esa mayouria
absoluta que tienes ahora, lo conseguirás. No te apures.
-
Estoy deseando volver a mi país para poner en
práctica todas estas lecciones que me das, Geoorges.
-
Para ti son gratis, tontín. Anda pásame otra
galletita amigo Ansarrr…