El olmo de la imagen, La Olma, era un ejemplar de dicho árbol que, como tantos otros, murió por la enfermedad de la grafiosis. Los que la conocimos y disfrutamos, los que estuvimos albergados bajo su sombra, llegamos a amarlo como a un personaje más de un lugar diminuto, llamado Riocavado de la Sierra.
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sábado, 1 de febrero de 2020
Entre belleza y miedo, todo cabe.
Como extremos de un mismo universo real y subjetivo.
Sembrados a partes desiguales,
pues la belleza parece ser más un concepto o un sentimiento efímero
que embriaga a quien no está anulado por el miedo´
y solo ve fantasmas, donde otros ven el resplandor de estrellas.
Como extremos de un mismo universo real y subjetivo.
Sembrados a partes desiguales,
pues la belleza parece ser más un concepto o un sentimiento efímero
que embriaga a quien no está anulado por el miedo´
y solo ve fantasmas, donde otros ven el resplandor de estrellas.
Penacho de carnaval sin rostro. Un invierno quebrado por la ausencia verdadera del frío, que viene a capazadas inhóspitas y breves, con aire huracanado y marejada súbita, con nieve que parece la de antaño, pero a la que sucede un rápido deshielo ¿Año de nieves? ¿Año de bienes? ¿Quién cree ya en refranes cuando ya casi han muerto casi todos los que los pudieron creer a pies juntillas? Me molesta cada vez más profundamente quien niega lo evidente y además se burla y lo proclama con insultante sorna y prepotencia. Ya pronto será tarde al ritmo que llevamos para que nada cambie y todo cambie irremisiblemente.
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