
Cuando vuelve la lluvia después de tanto tiempo y de tanta sequía, a pesar de la niebla, es como si una luz se volviese a encender. Es para estar contento, desde luego. (13 de diciembre de 2017)
El olmo de la imagen, La Olma, era un ejemplar de dicho árbol que, como tantos otros, murió por la enfermedad de la grafiosis. Los que la conocimos y disfrutamos, los que estuvimos albergados bajo su sombra, llegamos a amarlo como a un personaje más de un lugar diminuto, llamado Riocavado de la Sierra.
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