El olmo de la imagen, La Olma, era un ejemplar de dicho árbol que, como tantos otros, murió por la enfermedad de la grafiosis. Los que la conocimos y disfrutamos, los que estuvimos albergados bajo su sombra, llegamos a amarlo como a un personaje más de un lugar diminuto, llamado Riocavado de la Sierra.
Entradas populares
-
En todos los años que llevo viviendo en Sobrarbe es la primera vez que acudo a la fiesta de los "Trucos" en el Valle de Chistén ...
-
Escena playera antes de llegar a Calella. Calella es un pueblo que parece tener solera, con magníficos edificios, tanto en la playa como...
-
PLUMA... Soy el leve fulgor, caído, del azaroso cielo de las aves. No tengo voz pero guardo una historia, aunque me veas descolorida y po...
-
Mi llegada a Tossa por el camino interior que atraviesa el bosque de alcornoques y encinas, se hace por una pendiente tremenda que en poco t...
-
Los escalones de la picardía Aparte de aludir, en plural a una prenda femenina, sugerente y ligera, la palabra picardía se aplica con ben...
-
Vuelve septiembre tras un verano aciago de sequedad y fuego de innumerables náufragos sin rostro, de perpetuos gobiernos en funciones q...
-
Siguiendo con la fiesta de los trucos, he de decir que lo de menos es comprender o simplemente entender el por qué de la misma. Simplemente...
-
ROMANCE DEL CONFINADO Desde que empezó el encierro algunos han porfiado para hundir a este gobierno co...
viernes, 29 de julio de 2016
jueves, 28 de julio de 2016
Teniendo a la vista el puerto de Villanova y la Geltrú, se ve perfectamente la cercanía entre la vía del tren y la línea de costa, en un tramo abrupto, aunque de acantilados no muy altos.
Vuelven las playas de arena. La primera, llamada Playa del Faro de San Cristóbal, vuelve a tener un color casi asalmonado.
Tras el cap de San Pere, continúan las playas de aspecto artificial junto a un ancho y moderno paseo marítimo. Iremos pasando por Cunit, por Segur de Calafell, Calafell, San Salvador, Coma-ruga...
Las playas no tienen mucha anchura, pero si una continuidad constante a lo largo de quilómetros, lo que convierte a esta zona en una de las más frecuentadas por el turismo nacional y en un continuo urbanizado de enorme extensión.
En algunas payas, grupos de palmeras plantadas en mitad de su arena, rompen la monotonía de los arenales.
De vez en cuando me adentro por los paseos marítimos para no castigar demasiados mis pies y también por encontrar el refugio de algunas sombras. La mía, por cierto, se proyecta sobre el pavimento de uno de los paseos marítimos que se van sucediendo sin solución de continuidad.
Escudo del Casco Antiguo de Villanova y la Geltrú
Vuelven las playas de arena. La primera, llamada Playa del Faro de San Cristóbal, vuelve a tener un color casi asalmonado.
Nuevamente aparece un búnker, camuflado con el mismo color de las rocas. No tiene la perfección de otros en su ejecución, pero aporta ese aspecto un poco siniestro que la mayoría tienen.
En los sucesivos quilómetros se van uniendo las playas, con pequeñas interrupciones de acantilados de pequeña altura. Al puerto de Villanova suceden las playas de Ribes Roges ( en la que encontramos la escultura en bronce de Oscar Estruga Villanova), y otras más pequeñas hasta la Punta de San Gervasi. Tras un breve tramo de roquedales y de un espigón que apenas separa las vías del tren de la línea de mar, se llega a las playas de Cubells, una sucesión de playas semicirculares, protegidas con espigones transversales. Así llegamos a la riera de Foix, junto al cap de Sant Pere.
Se trata de una escultura que representa a un toro de grandes cuernos, en cuyo seno se encuentra una mujer.
Tras el cap de San Pere, continúan las playas de aspecto artificial junto a un ancho y moderno paseo marítimo. Iremos pasando por Cunit, por Segur de Calafell, Calafell, San Salvador, Coma-ruga...
Las playas no tienen mucha anchura, pero si una continuidad constante a lo largo de quilómetros, lo que convierte a esta zona en una de las más frecuentadas por el turismo nacional y en un continuo urbanizado de enorme extensión.
En algunas payas, grupos de palmeras plantadas en mitad de su arena, rompen la monotonía de los arenales.
De vez en cuando me adentro por los paseos marítimos para no castigar demasiados mis pies y también por encontrar el refugio de algunas sombras. La mía, por cierto, se proyecta sobre el pavimento de uno de los paseos marítimos que se van sucediendo sin solución de continuidad.
Villanova y la Geltrú es la capital de la comarca del Garraf. Se sitúa a 42km de Barcelona y a 50 km de Tarragona.
Cuenta la leyenda que la villa nueva nació porque el señor feudal de la Geltrú promulgó una ley según la cual, cuando una joven se casaba, tenía que pasar su primera noche con él por el llamado "derecho de pernada", y muchos geltrunenses se fueron, instalándose cerca del mar, en territorios de Cubellas, fundando la Villa Nueva de Cubellas. Con el tiempo ambas crecieron hasta convertirse en una sola. Villanueva y Geltrú fue fundada, oficialmente, en 1274 cuando el rey Jaime I le concedió la Carta Puebla, y tiene una larga historia que se traduce en numerosos puntos de interés cultural.
Una preciosa calla de Villanova.
A mediados del siglo XVIII, cuando el rey
Carlos III permitió que Vilanova comerciara con América, la ciudad vivió una
efervescencia económica muy importante. Un progreso que no se limita a una
acumulación de riquezas, sino que reporta una inversión en cultura. Es entonces
cuando se fundan las primeras sociedades recreativas, lugares de encuentro y
distracción.
A principios del siglo XIX, aparecen los
majestuosos jardines de reunión dándole un aspecto de gran ciudad alegre
debido, en gran parte, al contacto que con la isla de Cuba iba adquiriendo.
Este ambiente festivo y cultural ya no
abandonaría la ciudad, y aquello que empezó como jardines de esparcimiento dio
lugar a espacios para espectáculos permanentes y a cubierto.
En 1804, Pedro Gumá erigió el primer teatro de
Vilanova: la Sala, un espacio de planta cuadrada, con bóvedas, que servía tanto
de teatro como de sala de baile.
La época dorada de la ciudad fue durante el
Romanticismo, periodo que se refleja magníficamente en edificios como el Museo
Víctor Balaguer, construido por el que fue el último ministro de Ultramar
español. Encontramos palacetes y mansiones de interés como la Casa Renard,
Foment Vilanoví, Casa Cabanyes, Casa Samà y Can Pahissa. Asimismo, destacan
también sus ermitas e iglesias como las de San Cristóbal, San Gervasio y Santa
María de la Geltrú. En ésta última se encuentra un retablo de madera
policromada del siglo XVIII.
En 2012 tenía algo más de 66000 habitantes
Villanueva y Geltrú tiene sus propias
celebraciones, una de las primeras que se celebran al empezar el año es San
Antonio. Esta celebración que cae en el 17 de enero se celebra con la fiesta
especial de "Els tres tombs". Esta celebración consiste en que se den
3 vueltas con caballos, carros y otros animales de tiro por el interior de la
ciudad. Antiguamente se hacían esas vueltas alrededor de una hoguera hecha con
ramas verdes. Una vez que el cristianismo se hubo implantado en la ciudad, las
3 vueltas se hacían alrededor de la iglesia de San Antonio, donde se hace la
bendición de los animales. En muchos sitios es una tradición llevar animales
domésticos como perros, gatos, y pájaros para que sean bendecidos.
Entre sus fiestas y tradiciones se encuentra el
célebre carnaval, tradicional pero innovador, un carnaval de sátira en el que
cualquier famoso vecino es nombrado.
Se continúan las fiestas con el ansiado
carnaval para todos los vilanovinos. Estas fiestas comienzan antes el sábado
antes del jueves Lardero, con el baile de mantones, que da el inicio a los
carnavales. Al jueves siguiente se hace la merengada infantil, que se le llama
jueves lardero. En esta fiesta los niños salen a la calle con merengues o mangas
pasteleras y entre los que se van encontrando en la calle son
"embadurnados" ("empastifats") es decir, embadurnados con
merengue. Mucha gente utiliza también huevos y nata montada para manchar a la
gente. En diferentes pastelerías hay puntos de encuentro de niños los cuales
esperan a los muñecos de merengue que poco después son tirados donde están los
niños para que sigan con la fiesta. El final de esta fiesta se hace en la Plaça
de la Vila (plaza donde se hacen muchos de los eventos), donde se le son retirado
cualquier bote de nata o huevos para dar fin a este día, en el qual son
rociados con merengues y luego agua. Al día siguiente es el día de "La
Llegada" ("l'Arrivo") que es cuando S.M. el Rey Carnestoltes
llega a la ciudad, donde se hace un gran desfile de carrozas y gente disfrazada
con diferentes temáticas o críticas. El recorrido de estas carrozas acaba en la
Plaça de la Vila donde da el comienzo a el sermón de S.M. el Rey Carnestoltes.
El sábado por la tarde es el turno de los
niños, en el que llega "El Caramel"(el rey del carnaval infantil,y
por el paseo por las calles de la ciudad del Moixó Foguer (personaje totalmente
cubierto de plumas que aparece y desaparece en el interior de una gran caja).
Al llegar la noche es el momento de la "noche de máscaras". "El
Caramelo" es recibido por miles de niños disfrazados en la "Plaça del
mercat". Sin embargo, el acto más importante de este carnaval son
"Las Comparsas" ("Les Comparses"), en las que, detrás de cada
bandera de cada asociación, desfilan parejas de chicos y chicas (más de 50 por
bandera). Los chicos van con americana y barretina, dependiendo de la
asociación. Las chicas siempre van con mantón de Manila, claveles y falda.
Todos los chicos llevan una bolsa llena de caramelos y realizan, con las otras
banderas que se encuentran por la calle, la batalla de los caramelos. En la
plaza de la villa se concentran todas las banderas (por antigüedad) y se
realiza la batalla final, mientras bailan al ritmo de El Turuta.
El lunes, el carnaval infantil o Vidalet, y los
Coros de Carnavales ,y el martes es el turno de las comparsas del Vidalot. Y
para terminar, el miércoles de ceniza se hace el entierro de la sardina, último
de los actos del carnaval después de 12 días de fiesta. En este acto pasean a
S.M. el Rey Carnal muerto con sus concubinas que le lloran durante todos el
trayecto. Al final el ataúd es quemado en el medio de la Plaça de la Vila.
El 5 de agosto, se celebra la Fiesta Mayor en
honor a la Verge de las Neus, patrona de la ciudad. Desfilan diversos
pasacalles entre los que destacan el Baile de Diablos, el Dragón de Vilanova,
el Dragón de la Geltrú, la Carpa y el Porrón, las Mulasses,
Gigantes_y_cabezudos, el baile de Serrallonga, el Ball de bastons, el baile de
gitanos, el baile de pastorcillos, el ball de cintas, la moixiganga, los
castellers, los falcons y otros bailes.
En cuanto a sus eventos relacionados con el
mundo del espectáculo, el más destacado es el Festival Internacional de Música
Popular Tradicional de Villanueva y Geltrú, que se celebra durante un fin de
semana completo de julio. Se trata del certamen más antiguo de España dedicado
a las músicas del mundo o de raíz. Forma parte de la red de ciudades catalanas
por el circo y es la sede junto a Reus del festival de circo en la calle Trapezi.
Villanova tiene tres museos de gran interés, la
Biblioteca Museo Víctor Balaguer, el Museo Romántico Can Papiol y el Museo del
Ferrocarril de Cataluña
miércoles, 27 de julio de 2016
Paralelas al paseo marítimo de Sitges hay una serie de playas en forma de arco y protegidas por espigones. Es un paseo largo, flanqueado desde el casco antiguo por urbanizaciones.
Algunos de los chalets tienen un aire clásico con sus arquerías, sus frontones partidos y grandes aleros con canetes.
La luz de la mañana incide sobre el agua con tonos plateados, al fondo se ve el Garraf y se contempla aún la silueta de la la torre de la Parroquia de San Bertomeu y Santa Tecla.
Al final del Paseo Marítimo se acaban las playas de arena y comienzan las de piedra, más o menos gruesa. Entre medio, alguna riera, como la de Ribes, habitada por patos.
En la Punta de les Coves, podemos echar la vista atrás para contemplar aún el perfil, cada vez más lejano de Sitges. Algunos bañistas o pescadores despliegan ya sus sombrillas para protegerse de un sol que va a pegar duro.
Pasaremos por la Platja del l´Home Mort, por la Punta de la Desenrocada, por la Cala dels Gegants, Punta Grossa (Nombre que se repite muchas veces a lo largo de la costa), Punta Llarga
En la Playa del Hombre Muerto ya están desplegadas las tumbonas, aunque no hayan aparecido aún los bañistas
Apenas algún edificio en este tramo que nos acerca a Villanova y la Geltrú.
viernes, 22 de julio de 2016
Sitges al atardecer, cuando el sol ya no castiga, da para un paseo agradable por su paseo marítimo. Nada que ver con la artificialidad de Casteldefells. El pueblo está construido a la orilla del mar y es una delicia pasear por sus calles
Hay callejones tan estrechos como este, ideales para resguardarse del sol o de la lluvia. Tiene ese aire Mediterráneo que aúna en su arquitectura al norte de África con toda la costa mediterránea peninsular, haciendo notar lo que hay en común culturalmente entre dos orillas tan cercanas y ahora tan lejanas en muchos aspectos.
Una portada del último gótico nos indica lo antiguo de esta pequeña ciudad y el gusto con el que se conserva y respeta.
Un escudo labrado en piedra nos hace admirar más aún la arquitectura de Sitges y aumentar las ganas de seguir paseando.
Una curiosa fuente a la que solo le falta lo principal, seguir manando.
La imponente torre de la iglesia hace inconfundible el perfil urbano de Sitges
El sol se pone y es el momento del paseo mojando los pies en las olas mansas y plácidas que lamen la playa
Sitges tiene una
gran infraestructura turística, con equipamientos y tres puertos deportivos,
(Puerto de Ginesta, Garraf y Aiguadolç) es la villa con más puertos deportivos
de España siendo Port Ginesta el puerto deportivo más grande de Europa. Además
del turismo la población centraba su comercio en la pesca y posteriormente la
fabricación de calzado, actividades económicas que han desaparecido
(exceptuando pequeños talleres).
El balneario es
considerado como uno de los destinos turísticos más concurridos por la
comunidad gay en la península ibérica, desarrollándose en las últimas décadas
una amplia variedad de lugares para el turismo homosexual. En 2006 fue
inaugurada la Escultura al colectivo homosexual, convirtiéndose en el primer
monumento conmemorativo de la comunidad LGBT en España.
Pequeñas calas coronadas de urbanizaciones no tan estridentes como otras, pero restando el encanto que tendrían si su entorno fuera más natural.
Apenas hay bañistas ya que se aventuren a adentrarse en el mar. La luz es para regalar la vista.
La mujer de bronce contempla el ponerse del sol entre el caserío de Sitges.
jueves, 21 de julio de 2016
CAMINO DE LA COSTA (CONTINUACIÓN)
A la mañana siguiente, tras aquella noche de cervezas y antros, incluida la búsqueda del último garito abierto, intento levantarme. Al intentar incorporarme caigo redondo al suelo con la impresión de que un enorme pie me retuviese y me pegase al suelo con la fuerza de un imán. Tardo varios minutos en reaccionar, ya no estoy para estos trotes y menos si al día siguiente pretendo andar otras siete u ocho horas al sol. Logro hacer la mochila y bajar al bar de la tarde anterior, donde pido agua abundante y café bien cargado que me permita espabilarme. Mal que bien, vuelvo a ponerme en camino, llegando hasta la playa de Casteldefells y retomando la dirección sur, hacia Sitges. Enfilo por el largo paseo marítimo y llego casi hasta el puerto. El día es especialmente caluroso y el sol me castiga por entero, unido al peso de la mochila. Decido por primera vez y espero que única, traicionando mi propia filosofía, tomar el tren hasta Sitges. Voy siguiendo las líneas de sombra hasta dar con la estación. Para entonces ya llevo a las espaldas más de cinco quilómetros. Me ahorro un trayecto atractivo, seguramente, pero la necesidad de descansar de nuevo sin quedarme en el mismo lugar y seguir hacia delante me obliga a buscar una pensión y olvidarme del sol y de caminar por unas horas de descando que me dejarán como nuevo.
Hasta las dos imágenes que conservo de la playa de Casteldefells tienen un aire inhóspito, como aquella mañana calurosa y resacosa que me disuadió de andar por unas horas y enfrentarme a un sol de justicia.
Hasta las dos imágenes que conservo de la playa de Casteldefells tienen un aire inhóspito, como aquella mañana calurosa y resacosa que me disuadió de andar por unas horas y enfrentarme a un sol de justicia.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)