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lunes, 18 de junio de 2012


¿QUIEN HA DESPILFARRADO?

Al parecer ha sido el despilfarro lo que ahora  nos obliga a apretarnos el cinturón hasta extremos que rayan la anorexia, en una economía cada vez más precaria.
Yo me pregunto ¿Cuántos de esos cinco millones largos de parados han vivido por encima de sus posibilidades? Desde luego lo que está claro que hoy en día lo hacen muy por debajo de la media, no solo europea, sino de la que se podría considerar simplemente digna. Yo mismo considero de mí y de muchos de los que conozco, que no he vivido por encima por encima de nada. Hace bastante tiempo que vivía con el sueldo congelado. Hace dos años lo bajaron un 5% y hoy nuevamente me lo vuelven a congelar, con el agravante de que además me suben el IRPF, impuesto que no puedo esconder y menos, evadir a ningún paraíso fiscal.
A estas alturas de la crisis, cuando a mucha gente se le oye hablar de la prima de riesgo con toda familiaridad como si fuese un término aprendido en la escuela, sabemos, a través del bombardeo de noticias y de numerosos correos de internet, quien ha despilfarrado realmente o ha vivido por encima de sus posibilidades.

Podemos empezar por los beneficiarios de esta crisis, cuya responsabilidad será difícil evaluar en toda su extensión, como también la acumulación de ganancias en mitad de la debacle. Se trata, como no, de los banqueros y los bancos. Hasta los políticos, de los que luego hablaremos, denunciaron como “obscenos” los cobros de prejubilaciones millonarias o los bonus que se llevaban muchos directivos de bancos, parte de los cuales reunían el mérito de haber contribuido con verdadero entusiasmo a la ruina de los mismos. En España hay casos sangrantes que todo el mundo conoce como el de la caja de Ahorros del Mediterraneo o Caixa Galicia. Los protagonistas, que sepamos, no han pasado por ningún tribunal, ni se les ha pedido que devuelvan, lo que “legalmente” se han llevado, pero éticamente han robado y esquilmado. Si algo me queda claro es que el sistema capitalista premia a los ladrones y mangantes y que ser antisistema debería ser obligatorio y enseñarse en asignaturas como Ética o Ciudadanía.
Pero vayamos a lo concreto, los nombres propios de protagonistas aventajados que habiendo contribuido a agrandar el agujero de las deudas, no contribuyen ahora a arrimar el hombro y pagar su parte.
El señor Botín y su familia ya han sido señalados como grandes evasores de dinero hacia paraísos fiscales. Dinero que nadie con autoridad les reclama y que tampoco sabremos cual es el montante que alcanza. El señor Goirigolzarri, nuevo presidente de Bankia, esa ruina galopante, es buena muestra de esa obscenidad insultante con la que se exhiben los verdaderos inductores de la situación económica en la que nos encontramos. Nada menos que 53 millones cobrará de jubilación cuando cumpla los 65 años, de acuerdo con lo pactado con su propio exbanco el BBVA. Calculo que sería el equivalente a los sueldos acumulados de cincuenta trabajadores a lo largo de toda su vida laboral. ¿Qué trabajo hay que merezca semejante retribución? De entrada hay que pensar que no es siquiera un trabajo, sino un pacto con algún diablo de otro planeta, donde el dinero crece en los árboles o se recoge como las piedras del suelo, a capazadas.
El mismo señor Rato, a quien alguien llamaba eufemísticamente “Rata”, por lo rápido que abandona los proyectos que hacen agua o se arruinan, también lleva un buen saco repleto de billetes, para cobrar los servicios prestados ¿Qué servicios son esos y a quien se los ha prestado para embolsarse 2,3 millones anuales? ¿Quién le puede considerar un perjudicado, al pobrecito por habérsele reducido dicho sueldo anual a solo seiscientos mil euros anuales (veinte años de trabajo de cualquier trabajador más que normal)?
Nadie se ajusta, ni se aprieta el cinturón en este gremio. No solo les ha mimado el Estado, sin exigirles contraprestaciones, sino que el Banco Central Europeo, a los únicos que presta dinero es a ellos, a los banqueros particulares y no a los países a los que ahora exige cumplir unos plazos de déficit demenciales.
En las películas, la Mafia suele prestar dinero a los ludópatas hasta que sus deudas contraídas son impagables y acaban por tenerlos completamente a su merced. Los plazos perentorios en los que se exige a Grecia, España, Portugal…para saldar su deuda y llegar al sacrosanto déficit cero son de una esencia mafiosa que da miedo. Se ha jugado a un despilfarro generalizado en el que los que tenían el grifo del dinero, lo abrían a voluntad y sin mucho control, mientras les beneficiaba. Cuando las deudas que generaba esa riada de dinero resultaban impagables, entonces han decidido cerrar el grifo y empezar a pedir cuentas, pero no a los verdaderos despilfarradores sino sobre todo a los que no tenían la oportunidad de hacerlo porque siempre hemos vivido con lo justo, un sueldo bien vigilado y totalmente transparente para hacienda y a aquellos que ya ni siquiera gozan de un mísero sueldo del que descontar un euro para los capos.

Pero he dejado a medias el recuento de responsables. En un segundo escalón pondría a todos aquellos políticos que han tenido la brillante idea de pasar a la posteridad por obras faraónicas que son el ejemplo más visible de despilfarro. Aeropuertos que nunca llegarán a funcionar como tales, Exposiciones Universales que con la coartada de atraer ingentes capitales lo que traen consigo son enormes gastos que acaban por pagar los ciudadanos con subidas de impuestos y tarifas. Estudios de cine que pretenden emular a Hollywood con enormes hangares, en los que jamás se rodará ni una película. Circuitos urbanos que lo único que dejan en el lugar que ocupan es un aumento insoportable de los decibelios. Los parques temáticos, los campos de golf, las urbanizaciones que generan comisiones, mordidas, especulación. Dinero y más dinero que se queda en contados bolsillos y que ahora pagamos entre casi todos, excepto precisamente los que se beneficiaron de esas ilegalidades consentidas.
A esos que hemos mencionado hasta aquí habría que añadir a todos los políticos que se aprovechan de sus cargos para cobrar prebendas, abusar del uso de coches oficiales, contratar asesores sin medida, permitir la entrada de familiares en puestos de trabajo ex profeso para ellos. Añadamos además las ayudas ingentes a una Iglesia que en ningún momento ha tomado partido por los que están siendo desposeídos y otra vez más se pone del lado de los ganadores, beneficiándose con ello de manera descarada.
A partir de ahí, además de todos los empresarios que defraudan a hacienda, personajes famosos, deportistas…que también lo hacen, veríamos que parte de responsabilidad tienen los que, engañados por tener un trabajo, que creían les iba a durar y por unos bancos que les alentaban a invertir su escaso dinero en ser propietarios, entraron en la rueda de convertirse en deudores. La mayoría de estos van quedando en la cuneta, con sus pisos embargados en manos de los bancos y con poca esperanza de volver a la situación que vivieron hace solo unos años.

Si se hubiera seguido el orden de responsabilidad a la hora de pagar, no haría falta tocar la sanidad, ni la educación, ni las pensiones. Pero la historia se repite y los que siempre tuvieron la sartén por el mango y que nunca la soltaron, quieren hacernos creer que el estado de bienestar es tan solo un espejismo o un sueño del que es inevitable despertar
hacia una pesadilla de desigualdad y falta de justicia.
Aún estamos a tiempo de impedirlo y debiéramos aplicarnos a ello, antes de que sea tarde.

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