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sábado, 24 de enero de 2015

Cada día son más los despropósitos que se dan en este país. El hecho de que se corten las declaraciones de Bárcenas en la televisión a estas alturas parece algo casi normal, ya que su propietario actual, el Partido Popular, la utiliza como le viene en gana, después de la purga tan bestial que han hecho, cual estalinistas desaforados o norcoreanos acérrimos del régimen. Ya no les basta con mentir a todas horas, ha empezado el periodo preelectoral y el todo vale se supera para alcanzar las mayores aberraciones que se pueden ver en algo que aún se llama democracia. La tele de Cospedal saca en un rótulo directamente la palabra burro bajo la fotografía de un político opositor, perteneciente al PSOE. La chabacanería más absoluta destapada sin pudor.

El País, periódico que algún día presumió de independencia y que también ha hecho una buena purga entre sus más valiosos colaboradores, decide no poner en primera página la noticia del momento, la excarcelación de Bárcenas y sus declaraciones sobre la caja B del PP y el conocimiento que tuvo de su existencia y desde el principio, el señor presidente del gobierno. Este señor por su parte sigue sin pronunciar el nombre de Bárcenas, como si de esa manera conjurase los fantasmas que aunque le dejan dormir (para tener insomnio haría falta tener una pizca de sentido ético), le pueden provocar urticaria al pensar que el número de ilusos existentes aún (cosa increíble) pueda descender y con ellos sus posibilidades de conservar el poder. Están desatados y ya no paran mientes a la hora de demonizar a Podemos, de sacar a ETA a relucir de nuevo (con el caso de los abogados detenidos en Euzkadi) y, por supuesto, jugar con el miedo de aplicarnos  a la mayoría ( incluida la silenciosa, que tienen en tanta estima) esos mecanismos a su disposición que son la ley mordaza, y el juego a desaprobar la justicia cuando sus sentencias no convienen o decir que la acatan cuando falla a su favor.
Mientras tanto siguen los desahucios con alevosía, a las seis de la mañana, antes de amanecer, e implicando a bebés de dos meses. Si a un problema de cerebro (como dice Bárcenas) le unimos una ausencia clamorosa de corazón, las decisiones de nuestros gobernantes seguirán produciendo un desastre por goteo. Ufanos de poseer la fuerza de los medios de persuasión y de represión, seguirán despreciando a los que no son ellos mismos, seguirán tomándonos por idiotas, sacando de las penas a los delitos de guante blanco o consiguiendo que la justicia trate con muy distinto rasero a un personaje como Aguirre con toda su prepotencia delictiva que a alguien que ejerce sus derechos de ciudadanos y se le aplica todo el rigor mortis de la ley  "Fernández Torquemada". Seguirán tirando de sus propias estadísticas que les contenten y puedan hacer dudar a más de un ignorante o infeliz.

Cada vez me cabe menos en la cabeza que pueda haber personas reflexivas o víctimas de las políticas de estos auténticos engendros, que puedan darles su voto. No creo que este país esté enfermo hasta tal extremo.

martes, 20 de enero de 2015

Ayer, siguiendo la tradición y el orden con el que se suceden las fiestas de los santos barbudos, se celebraron en Aínsa las hogueras de San Sebastián. Tras las de San Beturián y San Antón, otra noche de esas que se esperan con ganas para disfrutar de la compañía, de la charreta, de buenas viandas y vino en torno al fuego. Así pasamos aquí en Sobrarbe lo más crudo del invierno.

Asi de brillante lucía la Peña la tarde del diecinueve, mostrando uno de los mil rostros que presenta
al cabo de los años de contemplarla.










Castillo Mayor también luce magnífico en la lejanía, desde el puente de Ainsa.



 






 Hay que preparar la hoguera, con chopo, con pino, con la madera que se tanga a mano, aunque mejor, por supuesto, si es caixigo y sobre todo una buena carrasca bien seca.












 Hace falta un buen fuego para alargar la noche. Así no temeremos a la helada. Cada tanto hay que acercarse para que su calor nos vivifique.















Es esencial la buena compañía. Compartir buenos momentos también es adictivo y una buena costumbre que puede hacernos un poquito mejores.





 





 Todas las manos son bienvenidas para echar un buen tronco a la hoguera. Siempre los hay muy bien dispuestos. Incluso se olvidan de sus achaques por una noche












 Ningún tronco, por grande que sea quedará sin quemar. !Al fuego con él!











Este tronco no lo han traido a mano. Dice Amadeo que durará hasta la Ferieta y estoy seguro de que así será. La hoguera de Fes se ha superado este año.










 Además de la bota también el porrón ha de correr. Tras el esfuerzo de alimentar la hoguera hay que meter combustible al cuerpo







Además del vino, de la tierra a ser posible, y los licores, un buen quemadillo o un buen poncho te arregla el cuerpo a ciertas horas de la madrugada, calentito, junto al fuego.









Una guitarra y varias voces puede ser bastante para convertir la velada en memorable, aunque luego se recuerde borrosamente.







De vuelta a casa las hogueras se quedan solas. Son los rescoldos que al caer la helada matinal del día veinte nos recuerdan que el frío, aunque intenso, es pasajero y queda menos para que lleguen  la Ferieta y los Carnavales.








 Salud y buen invierno

domingo, 18 de enero de 2015

Siguiendo con la fiesta de los trucos, he de decir que lo de menos es comprender o simplemente entender el por qué de la misma. Simplemente se disfruta y se vive. Para mí está claro que su origen es ancestral, anterior quizá a cualquier forma de religión organizada, pero lo más importante es ese dejarse arrastrar por el sonido de los trucos, el calor del gentío que los toca al unísono, la noche de cuyo frío te acabas olvidando, las calles de los pueblos con sus luces y sombras, la alegría reflejada por unas horas en las caras de niños y adultos... El cielo estrellado sobre este valle, que siempre que lo miro en completa oscuridad, me conmueve.

Merece la pena disfrutarlo, al menos una vez, os lo aseguro.
En todos los años que llevo viviendo en Sobrarbe es la primera vez que acudo a la fiesta de los "Trucos" en el Valle de Chistén y no me ha defraudado, al contrario, me han quedado ganas de volver, provisto de un truco como los que se ven en estas fotos para hacer el trayecto desde el principio hasta el final.

Se comienza en Saravillo, donde al calor de la hoguera y tras una merienda, los "mayorales" aprestan a los trucadores a comenzar la marcha. 
Se comienza recorriendo el pueblo de Saravillo al son de los trucos, pero eso si, guardando silencio al pasar por alguna casa en la que ha habido algún difunto reciente. El sonido retumba por las calles que suben y bajan, llevándonos de nuevo hasta la hoguera, donde, en círculo los trucadores mueven rítmicamente sus grandes esquilas, hasta que llega el momento de emprender la marcha hacia Chistén
 Aquí podemos ver el calibre de los trucos y adivinar las ganas con las que los jóvenes del valle acometen "el concierto itinerante" que durará varias horas
El amigo Oscar, si puede no faltará a su cita con los trucos de San Antón
 Por las calles de Saravillo, avanzando al son de los trucos
 Con la hoguera como fondo, en el fragor ceciente de la interpretación.
 La generosidad de las gentes del Valle, no deja que los trucadores y visitantes se queden con el estómago vacío. Bandeja de pestiños en Chistén.
 Los mayorales van todo el tiempo que dura la marcha al frente de la comitiva, sin desmayo y dirigiendo con sus cayados a la tropa de trucadores que les siguen en tropel.
 A los jóvenes del Valle se suma algún otro de los pueblos cercanos, intentando poner las mismas ganas a la hora de mover el truco.
 En la plaza de Chistén se produce la segunda redolada de los trucadores, que tocan hasta quedar exhaustos, pero reservando a la vez fuerzas hasta la siguiente parada.
 En la plaza de San Juan de Plan, tras el concierto, todos se relajan antes de calentarse con un buen quemadillo y unas tortas. En la foto, los mayorales y nuestro buen amigo Alberto Bosque, relajándose un poco entre el gentío.
 El mayor de los mayorales en la plaza de Plan.
 Uno de los más veteranos trucadores en la plaza de Plan
 La llegada a Plan de la comitiva
El trayecto de San Juan a Plan, gran parte de la gente lo hace a pie y las luces de los coches proyectan sombras chinescas sobre la carretera. Arriba, en el cielo cuejado de estrellas en espectáculo es magnífico.

Este año año ha habido suerte con el tiempo. Apenas había nieve por las calles y tampoco mucho hielo, por lo que trucadores y visitantes se han podido concentrar en gozar de la fiesta y caminar seguros todo el trayecto. Yo, lo único que siento es que mi primera fiesta de los trucos haya concluido en Plan, frente a casa Ruché. Otra vez me gustaría subir hasta Sin y Serveto y gozar un poco más de la alegría, la energía y la hospitalidad de este querido valle.

viernes, 16 de enero de 2015

Hasta ahora nos acompañaba el hielo y en los montes la nieve iba menguando.




 Hoy aunque no se pueden lanzar las campanas al vuelo, la nieve ha vuelto y esperemos que lo haga muy pronto de nuevo. Hace tres años, creo, pasó lo mismo, durante al menos dos meses no cayó ni una gota de lluvia. La verdad que aquí se echa muy de menos cuando tarda en llegar, pero produce alegría cuando llega.



AÑO NUEVO, CATÁSTROFE NUEVA

Desde hace años en fechas navideñas o cercanas han ocurrido varias catástrofes, aparentemente  naturales, que han ensombrecido los finales o comienzos de año. Éste, para no ser menos ha ocurrido algo que sir ser un fenómeno natural, ni tener la categoría de catástrofe, ha tenido sin embargo tanta cobertura mediática o  incluso superior.
El 26 de diciembre de 2003, el terremoto que asoló la ciudad iraní de Bam acabó con la vida de 40000 personas y redujo a escombros una ciudad de barro patrimonio de la humanidad. Un año después, el mismo día veintiséis de diciembre de 2004 el tsunami de Indonesia asoló las costas de cientos de kilómetros, dejando decenas de miles de muertos a medida que fue avanzando desde su epicentro. El 12 de enero de 2010, apenas concluidas las navidades, Haití se vio sacudido  por un terremoto, del que todavía se sufren sus secuelas. Haití hoy en día es un país ocupado por los Estados Unidos y por variadas ONges que no contribuyen a cambiar el destino del país más pobre de América Latina.
Este año, al cumplirse casi los cinco años de ese malhadado hecho, todos nos hemos quedado helados e impactados por la muerte violenta de varias personas por motivos de puro fanatismo religioso.  El ejercicio de la libertad de expresión  es a ojos de la intolerancia extrema, un delito que se paga con la muerte. El derecho que se ha ganado a pulso durante siglos es aplastado por quien no solo se cree en posesión de la única verdad, sino que intenta imponerla por la fuerza, sin admitir críticas, ni bromas con lo que considera sagrado.
La verdad es que lo que más nos ha tocado es, aparte de lo anterior, el hecho de que eso haya ocurrido en el corazón mismo del mundo desarrollado. Esa misma intolerancia actúa con igual violencia y con resultados mucho más mortíferos en Irak, Palestina, Afganistán o ciertos territorios africanos. Como se ha convertido en algo cotidiano, ni siquiera ocupa las portadas de ningún periódico de gran tirada. Es el pan de cada día que nos resbala en los oídos y que ya no provoca apenas indignación, ni siquiera cuando nos enteramos que quien financia a parte de esos grupos radicales y muy violentos, es algún país occidental en busca de beneficio puro y duro. Quien siembra vientos recoge tempestades dice el refrán.
La reacción que ha provocado el ataque terrorista a Charlie Hebdo ha puesto momentáneamente de acuerdo a muchos dirigentes de todo pelaje para manifestarse bajo el lema de la defensa de la libertad de expresión. La presencia de  Netanyahu podría hacer vomitar a más de uno, si tenemos en cuenta que es el principal responsable de las masacres de palestinos que han acabado con la vida de miles de ellos. ¿Qué pinta alguien así encabezando una manifestación como esa?
¿Y qué decir de Rajoy? Mientras acaba de estrenar en el país que gobierna, de forma cada vez más autoritaria, una ley mordaza que atenta contra muchas formas de libertad de expresión, va a hacerse la foto con todos sus colegas, mostrando una hipocresía descarada y una jeta descomunal. La debe tener de metacrilato por lo menos. 
Dos días antes se había cursado una denuncia contra el humorista Facu Díaz por salir en televisión tapado con un pasamontañas y pidiendo la disolución de un PP con la mayoría de sus dirigentes empapelados. La denuncia admitió a trámite por el daño que se  causaba a las víctimas del terrorismo. Una excusa que sigue siendo como el ábrete sésamo de las querellas que llegan directamente a los juzgados, aunque el contenido de las mismas sea inconsistente, como es el caso y como así lo ha dictaminado el juez Bermúdez. Algo parecido lo habían hecho hasta en Intereconomía sin que ni siquiera las llamasen la atención por la poca gracia, el mayor delito que se le puede achacar a un humorista.
Lo peor del atentado y sus secuelas, además de la muerte de más de una docena de personas, es el miedo que ha provocado. Los grupos de ultraderecha  europeos, como el alemán Pegida (Patriotas europeos contra la islamización de Occidente),han aprovechado para pedir directamente el freno en seco de la inmigración o la suspensión del tratado de Shenghen que permite la libre circulación de personas entre los países de la Unión Europea, como lo ha hecho  Marine le Pen. También ha pedido de paso que se vuelva a implantar la pena de muerte. Es la respuesta extrema frente a la agresión extrema.
Por su parte los gobiernos europeos parecen optar por seguir la senda de los Estados Unidos tras los atentados de las Torres Gemelas, es decir restringir la libertad de movimientos y aumentar los supuestos de terrorismo, incluyendo actos que están muy lejos de lo que ahora se considera como tal. Quieren incluir además la interferencia de las comunicaciones particulares sin necesidad de orden judicial y una vigilancia más estrecha del uso de internet.

Poco ha tardado el PSOE en ofrecerse a secundar algunas de esas iniciativas en aras de la seguridad. Eso si, dicen que lo apoyan de forma temporal y si solo nos meten la puntita nada más. Parece que no ha pasado el tiempo desde que fueron de la mano el PSOE y el PP con lo del artículo 135 de la Constitución. Qué malo es el miedo y de qué maneras se actúa cuando parece peligrar la cuota electoral menguante. El tema del terrorismo siempre ha servido en este país para sacar rédito electoral, pero ahora más que nunca está en juego la libertad en su más amplio sentido, no sólo la de expresión como para dar apoyo a un partido y un gobierno que no tiene ningún escrúpulo en restringirla hasta límites insospechados, salvo para hacer sus trapicheos.